El perito económico y los despidos por causas económicas

Una empresa debe de producir suficientes rendimientos para garantizar el equilibrio financiero, es decir, debe de poder hacer frente a todos sus pagos. Pero también es necesario que exista un equilibrio económico. Esto quiere decir que la empresa debe de aportar beneficios adecuados al dinero que se ha invertido en ella y al riesgo que se corre.

Cuando estos equilibrios se quiebran, el responsable o responsables de la empresa pueden optar por despedir a parte de los trabajadores según lo establecido en el Real Decreto-ley 3/2012 de medidas urgentes para la reforma del mercado laboral.

Para producirse un despido por causas económicas debe de demostrarse la existencia de pérdidas en la actualidad, la posibilidad real de pérdidas previstas o una disminución persistente en el nivel de los ingresos de la empresa o en sus ventas.

La empresa deberá de comunicar al trabajador o trabajadores afectados por escrito la causa del despido de manera clara y entendible con treinta días de antelación. La indemnización es de veinte días por año trabajado con un máximo de doce mensualidades.

El perito económico puede ser contratado por ambas partes

En el caso de las empresas, la contratación del perito económico está encaminada a que este pruebe mediante su informe pericial, que la situación económica de la empresa justifica el despido del trabajador o trabajadores. Por parte del trabajador o trabajadores también se puede encargar un informe pericial que pruebe que no hay motivos justificados para un despido por causas económicas.

El perito económico debe de realizar un informe muy minucioso ya que en algunos casos, las causas que demuestran la ruptura del equilibrio financiero o económico pueden ser difíciles de demostrar, especialmente las que se refieren a la posibilidad de pérdidas a corto o medio plazo ya que no serán válidas causas hipotéticas sino que tienen que estar avaladas por las cifras.

También debe de demostrarse que los despidos por causas económicas son un ajuste que van a contribuir a la mejora de la situación económica negativa de la empresa, pudiendo incluso ser determinantes para que la empresa pueda continuar con su producción.

Las causas de un despido económico deben de ser reales, deben de poder demostrarse y deben de tener suficiente peso para justificar la amortización de puestos de trabajo, de otro modo el despido podría ser considerado nulo o improcedente por un tribunal. También es necesario un análisis que pruebe la necesidad de amortizar el número de puestos de trabajo que la empresa propone.