La mayoría de los clientes están ya informados de las cláusulas suelo de sus hipotecas. Pero justo cuando parecía que ya estaba todo hablado han comenzado a denunciarse otros abusos bancarios como es el pago de los gastos hipotecarios.
Muchos clientes ni siquiera eran conscientes de lo que pagaban en concepto de gastos hipotecarios, tales como la notaría, porque normalmente estos se sumaban al importe de la hipoteca y quedaban en el total de la deuda. Ya antes de firmar se realizaba el cálculo de estos gastos y por tanto, al cliente siempre se le hacía la simulación de la hipoteca incluyendo este dinero, lo que ayudaba a que no fuera consciente del mismo.
Ahora, estos gastos hipotecarios son considerados abusivos en ciertos casos y comienzan a ganarse demandas al respecto.
Los peritos económicos se están encargando actualmente de muchos casos de cláusulas abusiva que tienen que ver con las hipotecas, pero no son los únicos abusos bancarios que estos profesionales manejan cada día.
Otros abusos bancarios
Las tristemente conocidas “preferentes” son también muy frecuentes en los despachos de los peritos económicos, que ven como tienen que realizar informes periciales para demostrar que ese producto financiero fue vendido a cientos y cientos de personas que desconocían el peligro que corrían al invertir su dinero de este modo y que carecían de conocimientos financieros para poder entender las explicaciones que se les daban, cuando se les daban, en forma de folletos.
Otro tanto ha sucedido con las hipotecas multidivisas que muchas personas contrataron durante la primera década de este siglo y que, tras años pagando religiosamente sus recibos hipotecarios, ahora descubren que, en el mejor de los casos, no han amortizado prácticamente ningún capital o, todavía peor, deben incluso más dinero que cuando firmaron su hipoteca.
Los productos financieros de alto riesgo han sido vendidos en muchos caso a pequeños ahorradores abusando de la confianza que estos tenían depositada en las personas que trabajaban en la sucursal bancaria a la que acudían normalmente. Ellos creían estar realizando inversiones seguras, como bonos a plazo fijo, cuando realmente estaban jugándose su dinero, llegando a perderlo en demasiadas ocasiones.
El perito economista es el encargado de realizar los informes que demuestren que el producto financiero que se vendió a una persona determinada no era adecuado para su perfil de inversor ni para sus conocimientos financieros. También se encargará de realizar los cálculos del dinero que esta persona puede reclamar a la entidad financiera.