Los peritos médicos son los encargados de actuar en el caso de ser necesarios informes periciales para probar la existencia o no de negligencias médicas. Para la emisión de un informe puede ser necesario contar con el criterio de varios peritos con diferentes especialidades en medicina.
Como sucede siempre en estos casos, los peritos médicos deben de estar inscritos en su Colegio correspondiente y contar con la especialidad que corresponda en función de las lesiones que pueda sufrir el paciente.
Los motivos por los que un paciente puede denunciar negligencias médicas son muy variados: malos resultados en una intervención quirúrgica, no detección a tiempo de una enfermedad que al empeorar ha causado daños posteriores, fallos en una intervención estética que ha causado empeoramiento de la imagen, problemas por infecciones causadas por contagios en quirófanos o mediante transfusiones y un largo etcétera.
En los casos más graves en los que el paciente pueda haber fallecido, haya perdido sus facultades, o cuando se trate de menores de edad, la demanda se podrá realizar por parte de los familiares que ostenten la representación legal del mismo o por los herederos del fallecido.
Para poder denunciar a un profesional médico acusándolo de negligencia es necesario establecer una relación directa entre la acción o la omisión realizada por este profesional y las secuelas que hayan podido quedarle al paciente. Esta relación se establece mediante un informe pericial médico.
Probar la existencia de una relación entre la actuación médica y los daños del paciente
Para que pueda haber una demanda por negligencias médicas tiene que haber daños y estos daños deben de ser consecuencia directa de la actuación o la falta de actuación médica. Ambos factores son imprescindibles. Si el paciente no ha experimentado consecuencias debidas a la mala praxis médica no cabe denunciar. Si no se establece una relación directa entre la actuación médica y los daños del paciente, tampoco cabría la acusación.
Por eso también es importante tener todos los informes que acrediten las secuelas sufridas en caso de que ya estén curadas o realizar una valoración de daños y secuelas existentes, la cual también va a ser llevada a cabo por un perito médico.
Los peritos médicos también pueden ser contratados por el médico acusado de negligencia que quiera demostrar que no se ha producido una mala actuación y que no existe por tanto una relación causal entre su trabajo y los daños que ha sufrido el paciente.
En este tipo de juicios es habitual que también emita su informe un perito médico judicial por petición del juez o del fiscal. Los peritos médicos asociados a los juzgados se conocen con el nombre de médicos forenses.