Ahora sabemos algo más sobre las negligencias médicas y el papel del perito médico pero, ¿cómo se debe de actuar desde el momento en que se sufre una posible negligencia médica? Lo más inteligente es acudir inmediatamente a un buen abogado que guíe los pasos desde el primer momento, ya que para probar la negligencia van a ser necesarios todos los documentos e informes posibles.
Además, la actuación varía si la negligencia se realiza en un centro público o en un centro privado, por lo que no se debe de dar paso alguno sin asesoramiento experto.
Negligencias médicas en centros públicos de salud
Si se producen negligencias médicas en un centro público de salud se debe de realizar la correspondiente reclamación por responsabilidad patrimonial ante la administración competente. El plazo es de un año desde que ocurre dicha negligencia o, en su defecto, desde que se produce el alta de las lesiones sufridas.
En caso de negligencias médicas en un centro privado se debe de interponer una demanda civil en el juzgado correspondiente. Los plazos pueden ser de hasta quince años, aunque depende de las circunstancias de cada caso.
En ambos casos existe la posibilidad de realizar directamente una demanda penal pero salvo casos graves no es lo que suelen recomendar los abogados. En cualquier caso ellos siempre nos recomendarán lo más adecuado para las circunstancias concretas del caso.
Es importante solicitar una copia completa del expediente médico, algo a lo que no se pueden negar en ningún centro médico público o privado. También se deben de conservar todos los informes médicos que se reciban. En algunos casos puede ser recomendable realizar un seguimiento fotográfico de la evolución de la lesión o daño para documentar su evolución.
¿Qué indemnizaciones proceden por negligencias médicas?
En caso de negligencias médicas se puede solicitar una indemnización por daños personales en los que se incluyen las lesiones o daños permanentes, las lesiones o daños temporales y también los daños morales.
También se valoran las indemnizaciones por daños materiales. Se conocen como daños emergentes los gastos que se hayan producido a consecuencia de la supuesta negligencia y como lucro cesante lo que el afectado haya podido dejar de percibir o pueda dejar de percibir.
El papel de los peritos médicos es fundamental, ya que su trabajo consiste en elaborar un informe pericial que recoja las pruebas de la posible negligencia, de la relación entre dicha negligencia y el daño que sufre el cliente y la valoración de dichos daños o lesiones.